Educación acompaña las acciones de "Una noche sin alcohol", en Bariloche

La propuesta se enmarca en el 10º aniversario del accidente fatal donde cuatro chicos perdieron la vida, producto del consumo de bebidas prohibidas para menores de 18.

“La escuela hoy, con sus múltiples atravesamientos, no se desentiende de las necesidades de la población a la que contiene. Muy por el contrario, se compromete con sus estudiantes al ser receptora y promotora de proyectos de vida.  Como parte de la construcción subjetiva, acompaña procesos en los que puede ser mayor la vulnerabilidad frente al deseo de pertenencia; momentos en los que ser parte puede implicar desarrollar o copiar conductas de riesgo, frente a la promoción del consumo, como medio para alcanzar objetivos”, analiza la problemática la ministra de Educación y Derechos Humanos, Mónica Silva.

La titular de Educación describe cómo la escuela siempre es espejo de lo que sucede día a día, ante la cercanía de un nuevo aniversario del accidente que marcó un antes y un después para toda la sociedad de Bariloche en relación al consumo de alcohol.

“Es de vital importancia acompañar la formación de nuestros estudiantes, promoviendo hábitos de vida, valores trascendentes que les permitan descubrir el sentido del respeto por sí mismos; de libertad, de responsabilidad, de búsqueda del bien común y que puedan construir un juicio crítico acerca de los mensajes que, desde los medios de comunicación, fomentan la resolución de malestares o la mejora del rendimiento a través del consumo”, reflexiona la funcionaria, quien promueve “ampliar a toda la Provincia el nivel de concientización de la Mesa 6 de Septiembre, con la propuesta ‘Una noche sin alcohol”.

Para Silva, “es necesaria la reflexión colectiva en el ámbito escolar, pensar entre todos en el autocuidado, valorando la calidad de vida, desestimando hábitos o conceptos establecidos socialmente y fomentados a partir de las estrategias comunicacionales”.

Finalmente, destaca que “asumimos el compromiso de pensar para todos y todas, junto a los estudiantes, una educación de calidad que permita la proyección personal y colectiva. Trabajar en la prevención integral implica reflexionar acerca de lo que nos pasa; abrir espacios de diálogo y construir una red social con capacidad de recepción, capacitación y respuesta para modificar el concepto que nos lleva a asociar el consumo con la calidad de vida”.