Es así que pueden disfrutar una increíble experiencia subacuática entre antiguas embarcaciones que descansan sobre las profundidades del Golfo San Matías.
Es que a sus balnearios, dueños de características excepcionales que los distinguen del resto, se les suma el Parque Submarino Las Grutas, una fabulosa atracción de buceo turístico-recreativo con propuestas para buzos experimentados y también para aquellos que quieran dar sus primeros pasos en la actividad.
Quienes se animen a vivir esta aventura podrán apreciar desde una cercanía maravillosa la increíble vida marina que reside en los cuatro pesqueros que yacen en el lecho marino y hoy son el hogar de enormes arrecifes artificiales conformados por corales, anémonas, algas, bivalvos, ostras, mejillones, cholgas, estrellas de mar, erizos y negros, besugos, cocheritos, salmones y un montón de especies que usan el barco de protección y dan origen a postales inolvidables debajo del mar.
Además, también tendrán la posibilidad de visitar la Cava Submarina, donde descansan cientos de botellas de vinos rionegrinos que fueron sumergidos con el objetivo de ser añejados bajo la superficie, ya que se descubrió que las mareas y la temperatura del agua otorgan un exquisito sabor distintivo que pone a prueba los cinco sentidos.
Por otra parte, aquellos que deseen una propuesta un poco más tranquila podrán optar por las salidas embarcadas que proponen una completa interpretación sobre la naturaleza que habita la región, entre la que se destaca una colorida avifauna y diferentes animales marinos que prometen un espectáculo sin igual.
El Parque Submarino se encuentra a unos 5 km al sur de Las Grutas y a 7.5 km de la costa y cuenta con una amplia infraestructura que lo convierte en uno de los más grandes de Sudamérica, y además tiene un protocolo de penetración que permite el ingreso a los barcos sin poner en riesgo la vida de los buzos, ofreciendo a la vez diferentes niveles de dificultad, lo que lo coloca en una posición excepcional, a tal punto que año a año buzos de todos los rincones del planeta se trasladan a la villa balnearia para sumergirse en este impresionante atractivo.
La prestación de servicios está a cargo de la Asociación Civil Cota Cero, que fue la responsable de gestionar y poner en condiciones al Don Félix, el Chiarpesca, el Mariana Rojamar y el Polarborg antes de ser inmersos en las cálidas aguas del golfo, donde descansan actualmente.
Próximamente se unirá a las embarcaciones el Magdalena María II, que será el más grande del parque con 45 metros de eslora por diez de altitud y cinco pisos que conformarán un prometedor recorrido para los buzos más especializados.