Ambiente y Cambio Climático
Río Azul - Lago Escondido
Presenta paisajes de montañas, bosques nativos y ríos cristalinos. Alberga una rica biodiversidad, incluyendo especies como ciervos, aves rapaces y diversas plantas autóctonas. Es ideal para actividades de ecoturismo, como el senderismo, la pesca y la observación de la naturaleza, que permiten disfrutar de su belleza escénica y su tranquilidad.
El Área Natural Protegida Río Azul-Lago Escondido, ubicada en el sudoeste de Río Negro y al borde de la frontera con Chile, resguarda una extensa franja de bosque patagónico, conformando un espacio de alto valor paisajístico y biodiverso. Abarca más de 60,000 hectáreas de montañas, ríos y bosques en el límite con la provincia de Chubut, y se extiende hacia el norte hasta el emblemático lago Escondido. Este ANP destaca por sus variados ambientes, desde el bosque valdiviano en las laderas más húmedas hasta la vegetación subandina que se despliega en las altitudes superiores.
Reconocido por su red de senderos, el área permite a los visitantes explorar paisajes de ensueño, como el famoso cajón del Azul, donde el río ha esculpido la roca durante milenios, creando un profundo cañón de aguas verde esmeralda. Este atractivo, accesible desde el paraje Wharton, es uno de los puntos de acceso más concurridos. Desde allí, los senderos llevan a una serie de refugios de montaña, como los del Hielo Azul, el Retamal y Los Laguitos, brindando una experiencia completa de inmersión en el bosque patagónico para los amantes de la naturaleza.
El ANP Río Azul-Lago Escondido es el hogar de especies amenazadas, como el huemul (Hippocamelus bisulcus) y el pequeño pudú (Pudu puda), ambos emblemas de los bosques andino-patagónicos. Entre las aves, destaca la presencia del cóndor andino (Vultur gryphus), que utiliza los altos roquedales como zonas de descanso y cría. En los ríos y arroyos de aguas cristalinas se encuentra el pato de torrente (Merganetta armatta), una especie adaptada a los rápidos y cuya supervivencia se ve amenazada por especies invasoras y el aumento de actividades humanas en su hábitat.
El bosque, formado principalmente por coihues, lengas y cipreses, alberga una rica diversidad de flora y fauna. Entre las especies vegetales más características se encuentra el chilco, cuyas flores rojas atraen a los picaflores, y la nalca, una planta herbácea de grandes hojas. Además, el área cuenta con zonas húmedas y turberas donde prosperan especies de hongos, líquenes y musgos, vitales para el ecosistema.
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