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Salud adhiere al Día Mundial del Corazón

En el marco del Día Mundial del Corazón, que se conmemora hoy 29 de septiembre, el Ministerio de Salud busca concientizar sobre las enfermedades cardiovasculares, su prevención, control y tratamiento.

 
Cuando hablamos de enfermedades cardiovasculares hacemos referencia a todo tipo de afecciones relacionadas con el corazón o los vasos sanguíneos (arterias y venas). Este tipo de enfermedades son la primera causa de muerte en el mundo y el 30% de ellas son prematuras, es decir se presenta en personas de 30 a 69 años.
La principal causa de estas enfermedades es el depósito de placas de colesterol en el interior de las paredes de las arterias, causando lesiones, provocando su obstrucción o ruptura y comprometiendo la llegada de la sangre a órganos vitales como el corazón, el cerebro, los riñones y otros. Esto se llama aterosclerosis y se ve favorecida principalmente por factores de riesgo como mala alimentación, consumo de tabaco, exposición al humo de tabaco, falta de actividad física, niveles elevados de colesterol, triglicéridos y otras sustancias grasas en la sangre, presión arterial elevada, nivel de glucemia elevada o diabetes, consumo excesivo de sal, exceso de peso y estrés crónico.
Por tal motivo es importante señalar que, una gran proporción de muertes por enfermedades cardiovasculares podrían evitarse con entornos saludables, es decir, realizando actividad física adecuada, evitando el consumo de tabaco o la exposición al humo de tabaco ajeno y manteniendo una alimentación saludable.
Alimentación Saludable
La elección de una alimentación saludable consiste en incorporar los nutrientes que el cuerpo necesita para mantener el buen funcionamiento del organismo, minimizando así el riesgo de enfermedades y siendo una de las maneras más efectivas de cuidar la salud del corazón. 
Para conservar este hábito es necesario preparar los alimentos de manera sencilla, hervidos, a la plancha, al horno o al vapor y asegurarse de comer una variedad de frutas y verduras disminuyendo el consumo de sal. Además es necesario evitar el consumo de grasas utilizando aceites vegetales (como el de oliva, maíz o girasol) en lugar de manteca o margarina para la elaboración de tus comidas.
Otra forma de alimentación saludable es el consumo de harinas,  cereales integrales, legumbres, como lentejas, garbanzos, arvejas, porotos, etc. y priorizar el consumo de agua segura a lo largo del día, siendo lo ideal consumir 2 litros al día.
El control de la salud
Lo cierto es que cuando se habla de prevención de estas enfermedades, se suele hablar únicamente de los hábitos de vida saludables y se omite otra medida fundamental: el control de la salud.
La creencia de que si no hay síntomas no hay enfermedad hace que sean muy pocos los que se someten a revisiones médicas regulares para conocer su estado de salud. Algo tan sencillo como ir al médico al menos una vez al año.
En definitiva, la premisa fundamental de la prevención de las enfermedades cardiovasculares es ser consciente de que no basta con sentirse bien, sino que hay que tener la certeza de que realmente es así. Y ello sólo es posible a través de estilos de vida saludables y de controles médicos en forma regular.