Las realidades de las zonas rurales de la provincia de Río Negro distan mucho entre sí, y sobre todo a las comodidades de las áreas más densamente pobladas.

Pero hace cinco años, los vecinos del barrio Colonia Fátima de Cervantes, vieron un cambio sustancial en su calidad de vida: la creación de un Centro de Atención Primaria de la Salud.

Desde entonces, el CAPS cubrió una demanda estimada de 120 consultas mensuales en Medicina General y 450 en el resto de las especialidades.

Adultos mayores, adultos, adolescentes, niños y familias enteras debían trasladarse al hospital de Cervantes, a más de ocho kilómetros de distancia de su casa, para ser revisados por un profesional o contar con un seguimiento sanitario integral y multidisciplinario.

Teniendo en cuenta esta complicación, y que en la zona no existen servicios de salud privada que acompañen a sistema público, se decidió adaptar la antigua casa de Salud del barrio y acondicionar la precaria estructura edilicia para las nuevas instalaciones del CAPS, labor que demandó un año de trabajo.

Al consultorio, cocina y baño existentes, se le adosaron tres consultorios más, una sala de enfermería, cocina, más baños y una amplia sala de espera, que permite que los vecinos, además de contar con el servicio diario de enfermería, puedan programar turnos para Médico Generalista, Pediatría, Odontolgía, Ginecología, Servicio Social y Servicio de Salud Mental.

La atención primaria de la salud en los centros barriales no solo simplifica la vida a los vecinos de zonas alejadas a los centros poblacionales, sino que permite al Estado contar con estadísticas y diagramar políticas sanitarias acordes a los indicadores de cada comunidad en particular.