logo
 

Mejoras en la terapia del hospital de Bariloche permitieron bajar la tasa de infecciones

La terapia intensiva del Hospital Zonal "Dr. Ramón Carrillo" de Bariloche registra un gran avance en los últimos años en los estándares de calidad de atención relacionados al control de infecciones.

 

“Nuestras tasas de infecciones tienen porcentajes de calidad que superan la media nacional”, destacó el director del hospital, Leonardo Gil.

La capacitación de los equipos de salud, los mecanismos de vigilancia, las estrategias de monitoreo y evaluación, junto a un buen trabajo interdisciplinario, son claves para afrontar uno de los eventos adversos más comunes en el ámbito hospitalario.

Desde 1998, el Comité de Infecciones Institucional adhirió al Programa de Vigilancia de Infecciones Hospitalarias de Argentina (VIHDA), que incluye a 67 hospitales del país, reportando sus datos y permitiéndole compararse con otros hospitales de la provincia y del país.

“Los pacientes en las terapias intensivas tienen un riesgo mayor de adquirir infecciones asociadas al cuidado de la salud porque están expuestos a más procedimientos invasivos y sus enfermedades de base son severas, y esto juega un rol importante en el aumento de las tasas de infección”, explicaron Lucrecia Díaz y Leonor Rottemberg, enfermeras en control de infecciones.

Resaltaron que “a pesar de eso, nuestro hospital logró mejorar los estándares de calidad de atención que impactan directamente en el control de infecciones, gracias al trabajo conjunto de enfermeros, médicos, terapistas y enfermeras, disminuyéndose las tasas de infecciones asociadas a procedimientos como respirador, catéteres venosos centrales y sondas vesicales”.

Estas infecciones se consideran el evento adverso más común en la prestación de servicios. Son multicausales, controlables, pero difícilmente erradicables y son causadas por procesos de la prestación del servicio. Estos datos son utilizados como indicador de  calidad y seguridad de la atención, y como una medición indirecta de la calidad de la organización del hospital.

Según la Organización Mundial de la Salud, cada año millones de pacientes tratados, ya sea hospitalizados, ambulatorios o de consulta externa, contraen infecciones con consecuencias, en algunos casos graves, que no hubieran tenido lugar si se hubieran prevenido.

Estas prolongan el tiempo de estadía hospitalaria, incrementan los costos institucionales y de antibióticos utilizados, generan discapacidades por largos períodos y en el peor de los casos, la muerte. Los costos que generan las infecciones intrahospitalarias se pueden disminuir en un 30% si se implementa un buen Programa en Control de Infecciones (PCI).

“Para que un programa funcione bien es básico el compromiso de los directivos de la institución, contar con planes de capacitación del trabajador de salud, con elementos medibles para su seguimiento, exhibir e intercambiar con los involucrados los resultados de la vigilancia, promover la responsabilidad individual de cada trabajador y contar con los insumos necesarios para las distintas recomendaciones”, enfatizaron las enfermeras.

Al comparar los estándares del Programa VIDHA 2017 -los del 2018 aún no han sido publicados-, la tasa de infección de catéter venoso central a nivel nacional fue del 3,8%, mientras que en el Hospital Zonal de Bariloche se registró una tasa de del 0,8%; en neumonía asociada a ventilación, fue del 13,4% a nivel nacional y contra 5,4%.

En cuanto a las infecciones de tracto urinario asociadas a catéter, la tasa a nivel nacional fue del 2,8%, mientras que en Bariloche fue de 9,6%. Lo que demuestra los excelentes resultados que se vienen obteniendo fruto del equipo de trabajo.